¿Por qué perdió McCain?, por ser del mismo partido que Bush, por blanco, por viejo, por haber servido en la Fuerza Aérea y recordárselo a la izquierda retrógrada y, por sobre todas las cosas, por mala inteligencia, muy parecida a la que se usó para invadir Irak.
Dentro de la urgencia por remontar lo que parecía una derrota segura, se decidió dar un golpe de efecto y se trajo de Alaska a Sarah Palin, como la gran esperanza conservadora, y resultó que Sarah estaba más loca que una cabra y terminó volviéndose un lastre en la campaña, no solamente por bruta e inculta, sino por belicosa (quería ir a la guerra con Rusia), por haber jugado a ser Cristina Fernández (que es renovar el guardarropa con plata ajena), por usar el correo electrónico personal para asuntos oficiales y por haber abusado del poder como Gobernadora para cuestiones de puterío intrafamiliar.
Resultó ser no tan conservadora porque tiene a la hija soltera embarazada (o al menos no supo transmitir los valores conservadores a su familia), inventaron un novio modelo de un pendejo como cualquier otro y encima resultó que lo único que esta chiflada quería era un poco más de poder, porque ella se veía como Presidente dentro de 8 años, lo que la llevó a distanciarse de McCain que estaba más preocupado en 2008 que en 2016.
No digo que haya perdido McCain por culpa de Sarah Palin, pero la mala información recabada sobre ella ayudó a ganar a Obama. A ver si aprenden para la próxima, porque si esta mujer es el futuro del GOP, habrá Obama, Biden y Clinton para rato, y entonces si todos vamos a estar jodidos.
[…] El lastre ¿Por qué perdió McCain?, por ser del mismo partido que Bush, por blanco, por viejo, por haber servido en la Fuerza Aérea y recordárselo a la izquierda retrógrada y, por sobre todas las cosas, por mala inteligencia, muy parecida a la que se usó para invadir Irak. Dentro de la urgencia por remontar lo que parecía una derrota segura, se decidió dar un golpe de efecto y se trajo de Alaska a Sarah Palin, como la gran esperanza conservadora, y resultó que Sarah estaba más loca que una cabra y terminó volviéndose un lastre en la campaña, no solamente por bruta e inculta, sino por belicosa (quería ir a la guerra con Rusia), por haber jugado a ser Cristina Fernández (que es renovar el guardarropa con plata ajena), por usar el correo electrónico personal para asuntos oficiales y por haber abusado del poder como Gobernadora para cuestiones de puterío intrafamiliar. Resultó ser no tan conservadora porque tiene a la hija soltera embarazada (o al menos no supo transmitir los valores conservadores a su familia), inventaron un novio modelo de un pendejo como cualquier otro y encima resultó que lo único que esta chiflada quería era un poco más de poder, porque ella […] […]