Medio país, algo así como 6 millones de chicos, hoy están sin clases porque los docentes, o en realidad los gremios, decidieron que hay que sabotear a Macri y a la mayor cantidad de opositores posibles y disfrazaron esta estupidez pre-electoral de reclamo salarial.
Los docentes chillan desde que tengo uso de razón, y no sin justificaciones, es cierto que les pagan nada, pero saben a lo que se atienen.
Hoy cualquier infeliz que no sirve para nada y termina el secundario, o algunos que tienen vocación, van a ir a anotarse a los distintos profesorados sabiendo lo que van a cobrar… y van a chillar dentro de 5 años cuando se reciban.
¿Son estúpidos, les falla, o se creen que van a hacer una excepción por ellos?, la salida es fácil: durante 10 años no tiene que anotarse nadie en ningún profesorado, y dentro de 10 años no va a haber docentes, y por las leyes simples de la oferta y la demanda van a tener que aumentarles el sueldo considerablemente.
La docencia también es profesión de tibios: gente que tiene miedo a arriesgarse en una iniciativa privada, pero que esperan dormir seguros sobre el colchón del estado, van a tener un sueldo a fin de mes. Pero bueno, esas son sus decisiones, sepan que el colchón es finito, y si lo compran, conociéndolo, no se quejen.
Pero estos “educadores” le hacen paro a Macri, y ninguno habla de que Macri tendría más plata si la Nación no lo saqueara, al igual que a todas las provincias que no se arrastran por limosnas. La plata de los docentes está en La Matanza y el resto del Conurbano. Dejen de llorarle a Macri y vayan a gritarle al que desvió los fondos para no terminar presos.
Claro que esta estupidez no termina acá, no, estos hijos del estado van a recibir un aumento del 25% en septiembre, seguramente, y en Octubre van a ir corriendo a votar a esta basura impresentable.
Y cuando estén cagados de hambre y la inflación los haga llorar, voy a volver a decirles que se jodan.
Ya me descargué contra los docentes llorones, ahora le toca al estado, que no deja de ser el responsable, por su propia existencia, de todo este caos.
Un pueblo educado es un pueblo que vota bien, y si vota bien es libre. Esto lo supieron los peronistas antes que nadie y por eso sistemáticamente se encargaron de destruir la educación, pública y privada.
Las escuelas no existen más como tales, hoy son aguantaderos, son comedores o peor, son centros de adoctrinamiento pseudo-izquierdoso que por una taza de leche vendieron el cerebro y la dignidad, creyendo que al gobierno le es un sacrificio eso.
En su lógica, esa taza es un sacrificio del gobierno, es “algo”, y por ese “algo” están dispuestos a votar de nuevo la misma basura. Quiero “todo”, pero se conforman con que les prometan “algo”, aunque después les dan absolutamente “nada”. Chillan, vuelven a prometerles y nada, y vuelven a chillar…
También está la imbecilidad suprema, aberrante, de que el estado subsidie a los colegios “privados”, desviando así fondos escasos que podrían usarse en lo otro hasta que el país funcione de modo tal para que se acaben las escuelas públicas.
Es un círculo alimentado solamente por ego. Padres pelotudos que desprecian al colegio público y quieren mandar a Jr. a colegio privado, pero se quejan si el colegio privado es caro, entonces el estado le saca plata a las destruidas escuelas públicas para pagarle los sueldos a los privados –que no son tan privados, pero cobran una buena cuota- y así tener a los padres de Jr. contentos con su ego para que no azoten cacerolas en Cayao y Corrientes, a las cuotas relativamente baratas y la inflación en términos del INDEC.
Ahora, si los padres de Jr. quieren que en el diploma de su hijo diga que salió de “St. Santodenombreanglo” que paguen por tal y no chillen, la educación no es un derecho como tal, es una opción, y la educación privada es un lujo por el que hay que pagar.
Esto da para más, el que quiera seguir agregando que agregue, y los docentes dejen de chillar. Tomen cartas en el asunto alguna vez. Arriésguense a algo, no se puede putear al colchón y seguir acostado.