Los paladines de la libertad de expresión que abundan en el mundo son fantásticos para defender su derecho a expresarse, todos los que piensan como ellos tienen derecho a decir lo que quieran, cuando quieran o como quieran, y si alguien los priva de ese derecho, es porque se trata de un censor heredero de Videla, Bush o Hitler.
Ahora, ¿dónde están estos paladines, estos knights in shining armor, cuando alguien se expresa de modo que les disgusta?
Lo del obispo lefevbrista Williamson es patético, triste, lastimoso, especialmente de una persona que debería ser educada, pero al fin y al cabo es la opinión del tipo y no puede castigárselo solamente por opinar, por más que su opinión sea la de un troglodita sin educación.
Y no es solamente el caso de Williamson el ataque contra la más básica de las libertades; en Estados Unidos de George W. Bush se dijo de todo, pero absolutamente de todo, y todos se ampararon en esa obra de arte que es la primer enmienda del Bill of Rights.
Pero de Obama no se puede hablar, no se puede dibujar, no se puede disentir porque uno pasa a ser o racista o amigo del KKK.
De Israel como país se puede, y se dice, absolutamente cualquier barbaridad, pero de los towel heads está prohibido, porque los mal nacidos se ofenden y se inmolan llevándose a varios de nosotros. Es patético que haya leyes que restrinjan la Libertad de Expresión, y es más patético los que ordenan matar a quien no les gusta, como es el caso de Salman Rushdie condenado a muerte por un tribunal de fanáticos.
Lo mismo pasa con el Holocausto. El Holocausto existió, pasó y hay que tenerlo en cuenta para evitar que vuelva a pasar. Conocer la historia es la única forma de no repetirla, pero si algún animal como Williamson o el loquillo de Irán quieren negarlo, QUE LO NIEGUEN.
Cuando de la discusión verbal se pasa a las acciones, el primero en escalar es el culpable a largo plazo. El que censure y golpee a Williamson va a tapar lo que el bruto dijo y va a pasar a ser el bruto. Es lo que los sistémicos llaman escalada de destrucción mutua.
La libertad de expresión no defiende que todos estemos de acuerdo, defiende el derecho que todos tienen a ofender con opiniones, verbales o gráficas, a otros y a ser ofendido nuevamente de la misma forma.
Además, cuando uno discute con un bruto siempre termina rebajando su nivel; discutir con un imbécil, darle crédito, es ponerse al nivel de un imbécil, y por eso hay que dejarlos hablar, es cierto que van a ofender, pero están en su derecho a hacerlo.
El día que perdamos el derecho a ofender y ser ofendidos por opiniones va a ser un día muy triste para la humanidad.
Además cuando los censuran ellos se creen a sí mismos que tienen la verdad, y que todo es una conspiración para que no la puedan difundir. Es una victoria para ellos, y una derrota para todos.
Exacto. Es la lógica de «¿quién se toma tanto tabajo de tapar una mentira?».
Totalmente de acuerdo con tu post.
Nada más que decir, perfecto post.
Pero entonces, ¿condenas el Sionismo o no lo condenas?
Yo no, no han hecho nada que lo amerite. No insistas, a la próxima MCB.
O sea que matar judíos está bien si los mata otro judío árabe.
Y ahora me baneas, fascista de mierda, que te lo estoy poniendo facilísimo.
El Holocausto fue la mentira mas grande de la historia y ademas chinga tu madre estupido perro bastardo, eso ultimo fue un ejercicio de libertad de expresion.